Todos o la mayoria, hemos tenido un amigo imaginario de niños, algunos dicen que esto se debe a que, cuando somos pequeños nuestra imaginacion comienza a desarrollarse y todavia no podemos distinguir la realidad de la ficcion. otros dicen que son espiritus que les gusta la convivencia con los niños, por su inocencia y que buscan a los niños solitarios para hacerles compañia y darles un poco de felicidad.
Pero yo no puedo decir esto ultimo de Puki, tenia yo 5 años cuando lo conoci por primera vez, y es algo que hoy a mis 34 años no creo olvidar, sobretodo por que ahora tengo una hija de 5 años.
Puki llego a mi vida una noche, estaba dormido cuando una angustia terrible hizo que abriera los ojos, y ahi lo vi, era un hombre alto, muy corpulento, vestido con una especie de traje de una sola pieza, estaba parado al pie de mi cama, inmovil, no podia verle el rostro ni el cabello, pero de algo estoy muy seguro, el me sonreia, con una sonrisa grande, muy exagerada.
Al ver semejante aparicion cerre los ojos, cuando volvi a abrirlos el ya no estaba, pero sentia su presencia del otro lado de la ventana, asi que me acoste de lado, de tal forma que le daba la espalda a la ventana. No dormi en lo que quedaba de la noche.
Unos 2 dias despues volvio a aparecerse, esta vez al lado de mi cama y tocaba mi cabeza con su mano, era muy fria y muy aspera, esta vez me hablo, nunca escuche su voz, parecia como si se comunicara telepaticamente conmigo...
"Soy Puki, no tengas miedo, pronto estaremos juntos"., de ahi en adelante se aparecia todas las noches, y platicaba conmigo, decia venir de un lugar llamado AKLAMB, donde siempre era de noche y que habia un sol, pero era una debil y moribunda luz en el cielo, y que ahi viven muchos niños, pero el lugar es muy triste y que necesitaba un nuevo amigo que jugará con el y con sus otros niños. A veces traia unos extraños dulces y unos juguetes, yo jugaba con ellos pero desaparecian a la mañana siguiente.
Por mas amistoso que Puki pareciera, habia algo en el que me daba escalofrios, al grado de ponerme a llorar cuando se hacia de noche, muchas veces le pedi a mis padres que me dejaran dormir con ellos, pero siempre se negaron, argumentando que solo era mi imaginacion, que Puki no era real.
Las cosas comenzaron a ponerse mal unos 2 meses despues de la primera aparicion, yo comenzé a sufrir fiebres muy fuertes, me habia quedado sin fuerzas y mi piel habia tomado un tono gris, igual que la piel de un moribundo, literalmente la vida se me desvanecia, apenas podia levantarme de mi cama y lo peor de todo, Puki empezo a aparecer durante el dia, y aun con la luz del sol, era imposible ver su rostro, habia una especie de humo a su alrededor, solo podia ver su grotesca y gran sonrisa.
"Falta poco, pronto conoceras AKLAMB y tendras muchos amigos para jugar", decia el, mientras miraba unas fotos mias y de mi familia. En casa las cosas tambien se ponian raras, cuando alguno de mis padres estaba solo en casa el telefono sonaba y escuchaban una especie de voz metalica que hablaba rapido, inmediatemente colgaba, revisaron la linea telefonica pero todo era normal, cambiaron el numero telefonico, incluso ya no aparecia en el directorio, pero las llamadas continuaban. Ademas se sentia mucho frio dentro de la casa, algo raro, teniendo en cuenta de que viviamos en un pueblo de clima caluroso.
Mi hermana de 10 años tambien vio a Puki, una noche ella desperto y lo vio parado al pie de su cama, de la misma forma que yo lo vi la primera vez, ella grito tan fuerte que mis padres asustados fueron a verla, ellos no vieron nada, mi hermana intento dormir otra vez, pero Puki seguia en su cuarto, al final ella se negaba a dormir sola.
Un dia mi padre, estaba en la sala viendo la television, de pronto sintio que alguien estaba detras de el, al voltear vio a un hombre alto, corpulento y con una gran y desagradable sonrisa, no pudo verle el rostro, el hombre desaparecio, mi padre reviso la casa entera pero todas las puertas y ventanas estaban cerradas, Una vecina tambien vio a un hobre de las mismas carateristicas de Puki afuera de la casa, parado frente a la puerta, y vio a mi vecina con su sonrisa macabra.
La ultima noche que el me hablo dijo, "Todo listo mañana a esta hora nos iremos a AKLAMB, no estes triste, tu hermana tambien nos va a acompañar". La noche siguiente nuestra casa se Incendio, apenas pudimos salir con vida de la casa, yo estaba tan debil que no podia caminar y las llamas quemaron mi brazo izquierdo y parte de mi rostro, Mi padre me salvo de las llamas, y cuando salimos de la casa vi a Puki, y junto con el muchos niños, no mayores de 11 años, todos estaban encadenados, sus rostros estaban deformados y gritaban desesperadamente "Salvate". Aunque no podia ver la cara de Puki, el tenia una expresion diabolica, una mirada siniestra, y su macabra sonrisa, esa maldita sonrisa que aun veo al cerrar los ojos y que me provoca angustia y y un maldito miedo que nunca voy a olvidar.
Han pasado muchos años de ese suceso, nos cambiamos de casa y todo volvio a la normalidad, por desgracia cada noche dormia con el miedo de ver a Puki junto a mi cama, deseando robarme y llevarme a ese abismo llamado AKLAMB. Pero, ¿por que he decidido contarles esto?, por que hoy tengo una hija de 5 años, que es los mas valioso para mi y el otro dia me dijo, "Papi anoche conoci un amigo, es muy gracioso y dice que te conocio hace muchos años, se llama Puki".
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